Introducción
La siguiente investigación
trata sobre los Tainos o Tainidad y El Mosaico Multicultural, estos integraron
una raza indígena dentro de la familia lingüística arahuaca y eran procedentes
del área de lo que ahora es Venezuela, aunque a lo largo de los siglos fueron
poblando las distintas islas del arco antillano. Cuando los taínos llegaron al
Caribe, éste ya estaba habitado por otros pueblos, también arahuacos como los
igneris, y otros pueblos más antiguos aún que denominamos arcaicos. El nombre
taíno significa ‘bueno o noble’ en "arawaktaínu".
Cuando los primeros
navegantes españoles llegaron a las islas del Caribe, los taínos estaban en
plena lucha con una etnia rival, los Caribes, que ya habían conquistado las
Antillas Menores.
En ese entonces la
sociedad taína se dividía en unos cinco reinos controlados por caciques, a
quienes se les pagaba tributo. Fray Bartolomé de las Casas en su libro Historia
General de las Indias relata que en el año de 1508 quedaban unos 60.000 taínos
en isla de La Española. Para 1531 la explotación y las enfermedades
habían reducido el número a 600.
A continuación se dará
más detalles sobre el origen, modo de vida, la herencia taina, su arte, su
cultura entre otros.
Los Taínos:
Fueron los habitantes
precolombinos de las Bahamas, las Antillas
Mayores y el norte de las Antillas
Menores. Se trata de un pueblo que llegó procedente de América del
Sur, específicamente de la desembocadura del río Orinoco,
pasando de isla en isla, reduciendo o asimilando a los pobladores más antiguos,
como los guanajatabeyes y los ciguayos
cuyas culturas son anteriores a la llegada de los taínos. La lengua taína
pertenece a la familia lingüísticamacroarahuacana, que se extiende desde
América del Sur a través del Caribe.
En el momento de la
llegada de Cristóbal Colón en 1492, había cinco cacicazgos taínos en el territorio
de La Española
(hoy Haití
y República Dominicana), cada uno dirigido
por un cacique
principal (jefe), a quien se le rendía homenaje. Puerto Rico
también fue dividido en cacicazgos. Al jefe o cacique de la tribu se le pagaba
un tributo significativo. Los caciques tenían el privilegio de llevar colgantes
de oro llamados guanin,
viviendo en bohíos rectángulo en lugar de ovalados que los pobladores
habitaban, y sentándose en taburetes de madera cuando recibían huéspedes. En el
momento de la conquista española, los
mayores asentamientos de población taína podían llegar hasta 3.000 personas
cada uno. Los taínos competían tradicionalmente con sus vecinos las tribus caribes,
otro grupo originario de América del Sur, que vivían principalmente en las
Antillas Menores. La relación entre los dos grupos ha sido objeto de mucho
estudio.
Durante
gran parte del siglo XV, la tribu taína estaba siendo conducida hacia el
noreste del Caribe (lo que hoy es América del Sur), debido a las incursiones de
los caribes. Muchas mujeres caribes hablaban lengua taína debido a la gran
cantidad de mujeres taínas cautivas entre ellos.En el siglo XVIII, la sociedad
taína había sido devastada por enfermedades introducidas tales como la viruela,
así como otros factores tales como los matrimonios mixtos o interraciales y la
asimilación forzada a la economía de plantación que España impuso en sus colonias del Caribe, con
la posterior importación de trabajadores esclavos africanos.
El primer
brote de viruela registrado en La Española se produjo en diciembre de 1518 o
enero de 1519. pese a todo varios
pueblos de indios que sobrevivieron hasta el siglo XIX en Cuba. Los españoles que llegaron por primera vez a las
Bahamas, Cuba y La Española en 1492, y más tarde a Puerto Rico, no llevaron
mujeres. Tomaron a las mujeres taínas por sus esposas, lo que resultó en niños
mestizos.
Cuando
los primeros navegantes españoles llegaron a las islas del Caribe, los diversos cacicazgos de La Española estaban en plena lucha con los caribes procedentes de América del sur y que
ya habían conquistado las Antillas Menores. En ese entonces la sociedad taína
se dividía en unos cinco reinos controlados por caciques,
a quienes se les pagaba tributo. Fray Bartolomé de las Casas (1484-1566), en su libro Historia General de las Indias,
relata que en el año de 1508 quedaban unos 60.000 taínos en la
isla La Española,
para 1531 la explotación y las enfermedades
habían reducido el número a 600. Estudios actuales, sin embargo, han
cuestionado tales afirmaciones.
Étnicamente
no todos los habitantes de La Española eran propiamente taínos, ya que además
del taíno clásico se habrían hablado el ciguayo y el macorí, que según De las Casas eran tres lenguas diferentes y
mutuamente ininteligibles. Entre los pueblos taínos, De las Casas sugiere que
existían varias lenguas entre ellos:
·
Taíno clásico,
hablado en Cuba oriental y la mayor parte de La Española, algunos asentamientos
esporádicos al oeste de la provincia de Oriente en
Cuba central y occidental así como las islas Lucayas meridionales (Islas Turcas y
Caicos) y Puerto Rico.
·
El taíno clásico tenía diferentes
variantes regionales, de las cuales el Taíno del cacicazgo de Jaraguá se
consideraba el más elegante y prestigioso.9 El taíno clásico
de Jaraguá también sirvió como segunda lengua por los
hablantes de otras lenguas de la región, así como lingua
franca del comercio
y la cultura. Según De las Casas era una lengua que casi todos conocían y
podían entender, aunque claramente coexistía con otras lenguas en las Antillas
mayores.
·
Taíno ciboney, era
la lengua hablada en el extremo suroccidental de La Española, la mayor parte de
Cuba oriental y central y probablemente Jamaica.
En el
extremo oriental de Cuba, también se habría
hablado una lengua diferente por los guanajatabeyes,
cuyo origen no puede precisarse debido a la rápida extinción del grupo. En
algunas islas como Jamaica o Dominica los taínos e iñeris permanecieron como
grupo diferenciado hasta por lo menos finales del siglo XVIII, cuando estaban
en proceso de mestizaje con la población de origen europeo y africano.
Indígenas guajiros o wayúu;
estos estaban emparentados con los ahora extintos taínos y Niña de la nación
añú en Venezuela, etnia de la familia arahuaca, al igual que los taínos.
La
evidencia lingüística conservada en algunas listas de vocabulario muestra
claramente el parentesco de su lengua con las lenguas
arawakde Sudamérica. Concretamente la forma de algunos de los
primeros americanismos o préstamos de
las lenguas arawak al español muestran cambios fonéticos que sugieren que la
lengua de los taínos tenía un parentesco más estrecho con
el guajiro que con otras lenguas arawak modernas:
Estos
ejemplos muestran que el taíno habría estado más cercano al guajiro que al
lokono. Aunque algunos autores han encontrado similaridades entre algunas
costumbres, tradiciones, simbología y creencias perciben una influencia de los
pueblos mayas de la península de Yucatán, Guatemala,
y otras regiones adyacentes, esto podría sugerir una influencia cultural pero
no parece haber relación lingüística profunda entre la lengua de los tainos y
las lenguas mayas.
Estudios del ADN de la etnia taína
Algunos
historiadores piensan, erróneamente, que los habitantes prehispánicos del
Caribe fueron completamente aniquilados tras la llegada de los españoles, pero
los estudios de ADN mitocondrial (ADNmt) en Puerto Rico señalan que hay un 61,1% de personas
con ADNmt de origen amerindio, 26,4% de origen africano subsahariano y 12,5% con ADNmt de origen europeo podrían ayudar a esclarecer las
migraciones precolombinas. En definitiva, cerca de un 10 a 15% del ADN total de
los puertorriqueños es de origen amerindio según un estudio realizado por la
revista Nature.
Recientemente,
unas pocas organizaciones neo-taínas, como la Confederación Unida de Taínos
(una iniciativa internacional), y la Nación Tribal Jatibonicu Taíno de Borikén
(Puerto Rico) han tomado la iniciativa para realizar estos reclamos. Algunos
piensan que el movimiento de resurrección taíno puede verse como parte de un
resurgimiento más amplio en la concientización y organización indígenas
caribeñas. Las reclamaciones de herencia taína en Puerto Rico son
controvertibles y algunos eruditos como Jalil Sued Badillo, un historiador
étnico de la Universidad de Puerto Rico, afirman que el registro oficial de los
españoles, documentos históricos, hablan de la desaparición taína.
Los
estudios al ADNmt estiman que un 15 y 18% de los dominicanos tiene ascendencia
taína directa por línea materna realizados
entre2006 y 2008 dirigido por la doctora Arlene Álvarez
a 1.200 individuos por la Universidad Central del
Este y el Museo
Arqueológico Regional Altos de Chavón. Otro estudio realizado por Alfredo
Coppa y el Museo del Hombre Dominicano en 2001 la composición genética de la
población dominicana era de un 85% de ascendencia africana, 9,5% amerindia,
0,8% europea y 4,8% de origen incierto, por el lado materno. Por el lado de la herencia paterna 58%
proveniente de europa, 36% africano, 1% amerindio y 5% indeterminado. Los genes taínos tienden a ser más
frecuentes en Cibao (provincias de Puerto Plata, Espaillat y Santiago) y en menor
medida las regiones Suroeste y Sudeste (San Juan, Bahoruco, Azua, Peravia y San Cristóbal).
En cuanto a la población moderna, otro grupo de estudiosos de
universidades puertorriqueñas realizó un estudio del DNA o ADNmitocondrial que
ha aportando datos sorprendentes, descubrieron que la actual población de
Puerto Rico tiene un alto componente genético taíno (aborigen puertorriqueño) y
guanche (aborigen canario, especialmente de los guanches de la isla de
Tenerife).15 Eso indicaría que parte de los primeros contingentes llevados por
los colonizadores europeos, eran población autóctona llevada como esclava o
forzadamente a las Antillas.
Estructura sociopolítica
Se dividían en cuatro clases sociales: los
Naborias, los nitaínos, los Bohiques y el cacique. En la
estructura sociopolítica, de carácterteocráticoguerrero,
el cacique y
el Bohique representan los poderes sobrenaturales del día y la
noche.
La palabra cacique, por ejemplo, contiene el
morfema ca (de cauni: ‘oro’) porque el cacique representaba
el poder solar del dios del fuego; por su parte, Bohique tiene sus raíces
en boa, coa, o toa, y en la casa rectangular (el bohío), asociada a la mitad serpiente de la tribu, en su
ordenamiento con principio de la dualidad. Parece probado que el ciclo
mitológico del texto maya Popol-Vuh ejerció
un fuerte influjo en las Antillas
Los
Caciques Taínos
Los
taínos estaban divididos en gran número de cacicazgos de desigual extensión, a
veces unos tributarios de otros. El cronista Fernández de Oviedonarra
que en La Española había cinco grandes caciques bajo los
cuales gobernaban otros de menor importancia. Los caciques taínos recibieron
pacíficamente a los conquistadores, al supuestamente considerarles, como otros
tantos pueblos de América, dioses llegados del cielo.
Sin embargo,
ante el mal trato que recibieron por parte de los recién llegados, los caciques
organizaron a sus hombres y repelieron las agresiones que tenían el propósito
de someterlos y esclavizarlos. Las modernas armas de los conquistadores (arcabuces, ballestas,
cañones), sus petos y armaduras, fueron las claves de una lucha desigual que
llevó a la derrota de los caciques taínos. Los taínos denominaban cacique al
jefe de una unidad territorial cuyo poder era limitado a un yucayeque, caserío,
valle, etc.
Para el año
de 1492, en Quisqueya (la Española), existían cinco cacicazgos: Higüey, Maguá, Maguana, Marién y Jaragua,
gobernados por los siguientes caciques: Cayacoa en Higüey, Guarionex en Maguá,
Caonabo (de ascendencia Caribe) en Maguana, Guacanagarix en Marién y Bohechío
(sucedido por su hermana la princesa Anacaona)
en Jaragua.
Los
poblados estaban organizados en claros de la selva, tierra adentro, con
dos clases de habitáculos: el bohío (vivienda común circular de los
habitantes del yucayeque) y el caney (más grande, rectangular y con
ventanas, donde habitaba el cacique con su familia). Estas viviendas se
construían con hojas de hinea (que se recoge en ríos y
lagos), y maderas de los árboles de capáprietoy canela cimarrona. Para
dormir usaban hamacas tejidas de algodón (la
palabra hamaca es voz taína).
La
vestimenta de los taínos era ajustada al medio tropical donde crecía su
cultura. Los invasores españoles hallaron a los hombres cubiertos con un
simple taparrabos,
y a las mujeres casadas con un delantal de paja, algodón u hojas
llamado naguas. Las mujeres solteras andaban desnudas. Ambos sexos se
aplicaban pintura corporal negra, blanca, roja y amarilla. Decoraban sus
cuerpos con tatuajes religiosos
para protegerse de los malos espíritus, y horadaban orejas y labios con oro,
plata, piedra, hueso y concha.
Entre los
útiles confeccionaban cestas, cacharros de cerámica, tallaban la madera,
hilaban redes y manufacturaban el oro, abundante en los ríos de Cuba, La Española y Puerto Rico.Los
españoles extrajeron más de diez toneladas de oro, agotando las reservas de la
isla y expoliando los pocos objetos de interés que tenían los ajuares de los
caciques.
Poligamia
Los caciques practicaban la poligamia,
infrecuente entre el común del pueblo. Esta práctica estaba justificada por el
exceso de muchachas en edad núbil, y porque entre los taínos era un deshonor no
tener hijos. Las relativas riquezas de los caciques, su estatus, y las pocas
aspiraciones del pueblo, permitían a éstos poseer varias mujeres e hijos. La
poligamia creció por la constante lucha contra los indios
caribes. Las numerosas bajas entre la población masculina y la
imperiosa necesidad de mantener un nivel de población, fueron factores
determinantes para propagar la poligamia entre las tribus taínas antillanas.
Los caciques tenían muchas mujeres, pero eran
mujeres de tratado, a las que llamaban lieguas. Las mujeres tenían que ser
vírgenes, y mayormente las utilizaban para mantener la paz con los indios
caribes. El cacique Bohechio tenía 30 mujeres, pero solamente
quería a una, las demás eran para mantener la paz con los demásyucayeques.
Economía
La
principal actividad económica de los taínos era la agricultura; para lo cual
construían sembrados que llamaban conucos.
Cultivaban mandioca o yuca en sus variedades dulce y amarga, para
lo cual empleaban abonos y sistemas de riego; otros cultivos importantes eran: maíz, cacahuate (o maní), pimienta, piña, batata, algodón, tabaco y yuca.
Cazaban pequeños roedores
como las jutías, iguanas,
algunas variedades de pájaros como la higuaca, y serpientes;
pescaban con varias técnicas empleando anzuelos, redes, veneno, etc.
Fabricaban
objetos como la hamaca, camas de leña (o coyes, como las llamaban).
Fermentaban la yuca para obtener una bebida embriagadora llamada uicú o cusubí. El casabe, que es
una especie de pan de yuca o torta circular de yuca tostada al sol o al fuego,
formaba parte de su dieta regular y es consumido aún hoy día en la zona del
Caribe. Aún se fabrica en Venezuela (utilizando una especie de yuca amarga),
República Dominicana y en la región oriental de Cuba.
Religión
Escultura de uncemí o espítitu protector taíno.
LombardsMuseum
Duho, silla baja ceremonial taína.
Los
taínos tuvieron una creencia religiosa monoteísta como muchos indígenas de Las
Américas. La divinidad principal eraYaYa. También se le conoce como Semign
(que significa "Dios" en lengua arahuaca taína). En los libros de
historia suele decirse que en su vida estaba presente el politeísmo, pero eso
fue una excusa que crearon los españoles para que la Reina de España legalizara
la esclavitud.
La
palabra cemí cuyo significado en lengua taína
significa "Ángel", designa a los seres espirituales de la mitología
taína. Algunos de estos eran: Yocajú Bagua Maorocoti,
OpielGuobiran, Baibrama, Corocote y Maketaurië Guayaba.
Anteriormente
se creía que Jurakan (origen
del término huracán) era el dios del mal, puesto que el panteón fue
interpretado según la creencia dual del catolicismo. En realidad, había varios
espíritus que, cuando se unían, causaban destrucción al pueblo taíno. Juracán
era el nombre que le daban los taínos a los fenómenos atmosféricos conocidos
hoy por huracanes y tormentas tropicales. En la creencia taína, quien realmente
desataba estos huracanes era Guabancex, quien era acompañada por Guataubá y
Cuatrisquie.
El monte
más importante en la cultura taína era la montaña actualmente llamada El Yunque,
donde hacían las ceremonias principales para su Dios (el nombre actual se
deriva del nombre "Yuké", que era el nombre que los taínos le daban).
Animismo
Sin
embargo, el rasgo más característico de la mitología taína fue considerar a los espíritus
respecto a los hombres y animales, plantas y seres inanimados.
En las
creencias religiosas de la cultura taína, los hupia son los espíritus de los muertos, y se
diferencian de los goeiza: espíritus de los vivos. Si bien la
vida goeiza había forma clara, después de la muerte el espíritu se dio a
conocer como un hupia y se fue a vivir al Coaybay.
Este
animismo confería al Bohití o bohíque, médico brujo, grandes
poderes, al ser el encargado capaz de comunicarse con los espíritus. Para este
fin confeccionaban ídolos de algodón, piedra, hueso, concha y otros materiales,
que recibían el nombre de cemíes.
Los cemíes tenían poderes sobre el hombre, ya que en ellos residían los
espíritus de antepasados muertos, rocas, árboles, etc.
En 1907, Fewkes estudió
los ídolos taínos, llegando a la siguiente conclusión: los taínos creían en dos
seres sobrenaturales llamados cemíes que eran los progenitores de los demás.
Estos dos padres creadores estaban simbolizados por ídolos de piedra, madera o
barro, a quienes los indígenas rezaban sus oraciones y en cuya presencia
celebraban los ritos para implorar la abundancia de frutos y la dicha de la
raza humana. Un grupo de estos sobrenaturales cemíes tutelaban y representaban
a los antepasados del clan. El culto de estos ídolos se hallaba supeditado a
las familias, y sus imágenes eran guardadas en la casa-templo del cacique.
Ramón Pané,
fraile que entre 1494 y 1498 vivió entre los taínos de Santo
Domingo, es tajante respecto a las creencias religiosas, decia que Yocahú (el
padre creador) vive en el cielo, es un ser inmortal al que nadie puede ver, y
aunque tiene madre no tiene principio. Su madre, diosa sin principio también,
tiene varios nombres: Atabey, Yermao,
Guacar, Apito y Zuimaco.
Oviedo, cuando
habla de la pareja divina, dice: «El cemí es el señor del mundo, del cielo y la
tierra. Yocahú es la divinidad suprema, hijo y abuelo mítico invisible e
intangible como el fuego, como el viento, el sol o la luna[cita requerida].
En los museos puertorriqueños hay abundantes muestras de estos curiosos ídolos,
los cemíes, cuya forma ha suscitado entre los ufólogos variadas especulaciones.
Entretenimiento
Batey o cancha ceremonial de batú en
Caguana, Puerto Rico. Los taínos se divertían de diferentes maneras, a través
del baile, la música y el juego de pelota. Este último era conocido como batú y
se jugaba en un espacio llamado batey. El juego despertó el interés
de los colonizadores españoles, debido a que la pelota que utilizaban (que
estaba hecha de las raíces de la planta llamada Cupey) rebotaba, y este fenómeno era
desconocido en Europa. El juego de pelota se jugaba entre 2 equipos de hasta 30
jugadores (hombres y mujeres) que tenían que mantener la bola en el aire con
sus hombros, codos, caderas o cualquier otra parte del cuerpo, excepto las
manos y los pies.
Los principales rituales
taínos escenificaban danzas sagradas llamadas areítos, acompañadas de diversos instrumentos,
principalmente tambores. Entre las plantas más utilizadas estaba el tabaco. El
árbol de cohoba se utilizaba durante una ceremonia
religiosa («el ritual de la cohoba») en la cual el cacique, el bohique y
los nitaínos se
comunicaban con los espíritus.
Paralelismos con
otras cosmovisiones
Rudolf Schuller, en El
huracán: dios de la tormenta, y el Popol
Vuh, señala muchos paralelismos con las tradiciones
mayas. La comunidad de rasgos de la mitología taína con la maya comprende la
idea fundamental de la dualidad de los demiurgos: Yocahú, el gran padre, y Guabancex, la gran madre serpiente, cuya
cópula preside el ciclo solar. Esto podría sugerir contactos entre estos
pueblos aunque es poco probable que existiera un origen común.
Pese a esto, la hipótesis
más aceptada es la procedencia sudamericana de los taínos, ya que se considera
que el parentesco lingüístico es una evidencia más fiable de origen común que
algunas tradiciones culturales de ellos.
Población
Estimaciones de diversas fuentes sobre la población de
La Española desde 1492:
Fuente
|
Estimación
|
Fecha
|
Fuente
|
Estimación
|
Fecha
|
60.000
|
100.000
|
1492
|
|||
100.000-500.000
|
1492
|
377.559
|
1492
|
||
500.000-750.000
|
1492
|
600.000
|
1492
|
||
1.000.000
|
1492
|
1.950.000
|
1492
|
||
3.000.000-4.000.000
|
1492
|
7.975.000
(margen de 4 a 14 millones) |
1492
|
||
500.000
|
1492
|
200.000-300.000
|
1492
|
||
1.100.000
|
1492
|
1.100.000
|
|||
60.000
|
1508
|
40.000
|
|||
60.000
|
33.523
|
1510
|
|||
100.000
(incluyendo muchos fugitivos en el interior) |
1510
|
20.000
|
|||
14.000
|
26.334
|
1514
|
|||
25.303
|
1514
|
11.000
|
|||
18.000-19.000
|
16.000
|
||||
20.000
|
10.000
|
||||
2.000
|
150
(2 pueblos de indios) |
||||
500
|
1570
|
Fuente
|
Estimación
|
Fecha
|
Fuente
|
Estimación
|
Fecha
|
||||
500.000
|
1492
|
50.000
|
1492
|
||||||
50.000
|
1500
|
30.000
|
1508
|
||||||
50.000-125.000
|
1508
|
20.000-100.000
|
1508
|
||||||
5.000
|
1514
|
6.000
|
1515
|
||||||
Menos
de 4.000
|
1515
|
Poco
más de 2.000
|
1530
|
||||||
50
|
1540
|
300
|
1570
|
||||||
1.700
|
1777
|
||||||||
80.000
|
1492
|
No
menos de 200.000
|
|||||||
1.000.000
|
1511
|
14.000
|
1517
|
||||||
4.000
|
1531
|
2.000
|
1542
|
||||||
1.350
|
1570
|
||||||||
60.000
|
1492
|
40.000
|
1492
|
||||||
100.000-150.000
|
1492
|
14.636
|
1515
|
||||||
30.000
|
1492
|
40.000-50.000
(solo las Bahamas) |
1492
|
A pesar
de la existencia del aún mito de su extinción estudios genéticos e históricos
indican que parte de la población indígena sobrevivió a la catástrofe
demográfica vivida a
fines del siglo XV y la primera mitad del XVI.Dichas estimaciones
hablan de entre un 80 y 90% de mortandad,principalmente
por las enfermedades traídas por los españoles y a las que los taínos no tenían
defensas naturales propias, lo
que significa, sin embargo, que varios miles o decenas de miles sobrevivieron principalmente huyendo a las zonas
montañosas y más boscosas de las islas, menos habitables e inaccesibles para
los colonos y soldados españoles. En
el caso de Puerto Rico algunos de los sobrevivientes escaparon a las islas de Barlovento.Finalmente los
sobrevivientes terminaron por mestizarse y sufrir un proceso de aculturación y sincretismo cultural con los nuevos pobladores
europeos y africanos.
Palabras de Origen Taino
Listado de palabras taínas que están incluidas en el
diccionario de la Real Academia Española.
Los taínos desarrollaron
una cultura basada fundamentalmente en la producción agrícola que les permitió
incrementar una apreciable actividad artesanal de objetos utilitarios, tales
como vasijas y otros recipientes de barro y de madera, hachas de piedra bien
pulimentadas, objetos de cestería de fibras vegetales y tejidos de algodón que
eran decorados con tintes extraídos de la jagua (Genipa americana) y de la bija (Bixaorellana), con los cuales, también se pintaban sus cuerpos
en ocasiones especiales.
Además, los taínos
fueron excelentes escultores que confeccionaron artefactos ceremoniales de gran
expresión artística como los duhoso
asientos ceremoniales, los ídolos o cemíes, los instrumentos para el ritual de la cohoba y los aros
monolíticos.
Actividades Productivas
Los taínos llamaban conuco al lugar destinado a los
sembradíos, empleando como técnicas agrícolas la siembra en montículos y el
sistema de roza o tala y quema del bosque. En los montículos o montones,
formados por túmulos circulares de tierra suelta, se desarrollan mejor las
raíces tuberosas como la yuca (Manihotesculenta)
y los ajes y las batatas (Ipomoea
batatas), mientras que el sistema de roza fue utilizado, principalmente,
para la siembra de maíz (Zea mays),
el cual plantaban en época de luna llena al creer que así se garantizaban el
crecimiento de la planta.
Los taínos aprovecharon, igualmente,
los ciclos de lluvia para dar inicio a sus siembras y en la fase final de su
evolución ya empeaban ciertos tipos de regadíos o acequias donde eran
necesarios por la aridez de la tierra.Sus instrumentos agrícolas fueron las
hachas de piedra y la coa o
pullón, especie de bastón de madera para cavar, cuya punta era previamente
endurecida por el fuego.
Con la fricción de ciertas leñas los
taínos obtenían el fuego, con el que cocinaban muchos de sus alimentos, cocían
la cerámica y derribaban grandes árboles para preparar sus sembradíos o conucos
y confeccionar las canoas.
Cuando caminaban o pescaban por la
noche se alumbraban con hachos o trozos de madera resinosa como la cuaba o pino (Pinusoccidentalis) y el goaconax o guaconejo (Amiris spp.).Las hachas de
piedra, al igual que los raspadores de concha, fueron artefactos de trabajo muy
empleados por los taínos, principalmente para hacer sus múltiples objetos de
madera.
Las hachas más típicas en la cultura
taína son las petaloides, nombre dado por semejarse a pétalos de flores, pero
hubieron otros tipos de hachas, como las hachas de cuello y los buriles, siendo
algunas de ellas de uso manual, mientras que las de mayor tamaño se ataban al
extremo de un mazo de madera.Para la fabricación de sus hachas los indígenas
seleccionaron rocas de gran consistencia y, por lo general, la superficie del
instrumento presenta un reluciente pulimento.
El principal cultivo de los taínos
era la yuca (Manihotesculenta)
que rallaban o "guayaban" obteniendo una masa de la cual elaboraban
elcazabí o cazabe (en la actualidad, casabe), especie de pan seco o torta
que, previamente, tostaban sobre un burén y constituía su alimento básico.El maíz (Zea mays) fue otro ingrediente
importante en su dienta. Lo cosechaban dos veces al año y lo comían crudo,
cuando tierno, y asado, cuando más seco o maduro. También lo rallaban o
trituraban para hacer con agua cierto potaje.
Otros cultivos complementarios
fueron la batata (Ipomoea batatas),
y el aje (posible variedad de batata) que asaban entre las brasas, además de la
yahutía (Colocasia esculenta),
la guáyiga (Zamiadebilis), el
lerén (Calatheaallouia), el
maní (Arachishypogea), el
tabaco (Nicotianatabacum),
algunas especies de ají (Capsicum spp.)
y frutas como la piña o ananá (Ananascomosus).
Otras muchas frutas, entre ellas el
mamey (Mammea americana), la
guanábana (Annonamuricata), la
lechosa o papaya (Carica papaya),
el mamón o corazón (Annonareticulata),
la guayaba (Psidiumguajava), el
caimito (Chrysophyllumcainito),
el icaco o hicaco (Chrysobalanusicaco)
y la pitahaya (Hylocereusundatus)
eran recolectadas en estado silvestre.
La caza
Para la caza de las aves y otros
animales, tales como quemíes, curíes, hutías, iguanas, caimanes, etc.
utilizaron, al igual que para la pesa, el arco y la flecha, en cuyo uso eran
muy diestros los indios, además de las lancetas arrojadas con propulsores y
numerosas formas de trampas.En el caso de las hutías y demás roedores,
acostumbraban incendiar las sabanas, acorralando a los animales, para cazarlos
en un lugar indicado o simplemente recogerlos quemados trás el incendio.
En el terminal de sus lanzas o
flechas insertaban, en algunas ocasiones, una punta afilada hecha de la espina
que tiene en la cola el pez raya o una astilla de hueso de manatí (Manatus sp.) mientras que en
otras colocaban puntas extraídas de la resistente madera del copey (Clusia rosea).
Los taínos no tuvieron animales
domésticos, a excepción del pequeño perro "mudo" o aon, cuya carne consumían, y las higuacas o cotorras (Amazona ventralis) a las que
enseñaban a hablar. Asimismo, se emplearon corrales de estacas en los mares y
ríos para el cautiverio de especies acuáticas y jaulas para las aves.
La pesca
La pesca fue una práctica común de
los taínos, motivo para que sus poblados se formaran preferentemente a orillas
del mar y de los ríos y sus esteros donde abundaban los manglares. Esa
actividad, complementaria de su dieta, era realizada con arcos y flechas,
anzuelos hechos de hueso o de concha de tortuga, y grandes redes de algodón que
sumergían con pesas de piedra.En la pesca marina usaron el pez guaicano o rémora (Eucheneisnaucrotes), el cual
sujetaban por una cuerda y soltaban de nuevo al mar para capturar otras presas
de mayor tamaño a las cuales este pez se adhería fuertemente.
Los corrales, como sistema de pesca,
hechos con hileras formadas por estacas de madera o caña y bejucos, fueron
utilizados en algunas áreas por los taínos, principalmente en los mares
tranquilos y poco profundos.
En los ríos también emplearon
ciertas raíces (baiguá) que majaban
en el agua para adormecer a los peces y, cerca de sus desembocaduras, apresaban
al manatí (Manatus sp.) que les
proporcionaba abundante carne y de cuyos huesos, especialmente las costillas,
fabricaban amuletos, orejeras y utensilios ceremoniales, como las espátulas
vómicas y los inhaladores de la cohoba. En las playas capturaban a las tortugas
cuando éstas venían a desovar y recolectaban algunos crustáceos y moluscos
aprovechando sus conchas como materia prima para elaborar adornos e
instrumentos utilitarios.
La vivienda
Los poblados taínos eran
llamados yucayeques y
sus unidades habitacionales fueron los bohíos y caneyes,
fabricados de postes de madera que enterraban en el suelo y de cañas sujetadas
por bejucos con
techos de hojas de palma o paja, dejando en lo alto un respiradero recubierto
por un caballete, para la salida del aire y del humo de las brasas que siempre
mantenían dentro de las casas. Un solo bohío podía albergar a varias familias,
ya que era frecuente entre los taínos que las hijas casadas vivieran en las
casas de sus padres.
Los "bohíos", llamados
también eracras,
eran de forma circular y techos cónicos, mientras que el "caney",
nombre dado a la casa de los caciques, era ocasionalmente rectangular y un
tanto más espacioso, con techo de dos aguas y una marquesina frontal de recibo,
estando situado frente al batey o
plaza donde se congregaban los miembro de la tribu para celebrar muchas de sus
actividades sociales y ceremoniales.
La casa de los caciques hacía
ocasionalmente las veces de tempo cuando se guardaban en ella los ídolos o
cemíes. En otros casos, la casa dedicada al culto de los cemíes podía
encontrarse también en las afueras de las aldeas, celebrándose entonces dentro
de ella las ceremonias religiosas.
Los taínos dormían en hamacas o camas colgantes, las
cuales eran tejidas de algodón (Gossypium
barbadense) o maguey (Agave spp.)
y sujetadas en sus extremos por hicos o
cuerdas de cabuya (Furcraeahexapetala) o de henequén (Agave sisalana).
Cuando emprendían algún viaje, los
taínos transportaban sus hamacas y otras pertenencias en cestas, llamadas jabas. Las hamacas eran colgadas de los
árboles o de los andamios de unas enramadas temporales, denominadas barbacoas, bajo las cuales se
guarecían de los efectos del sol y de la lluvia.
Arte taíno
El arte de
los taínos, conceptual y a la vez, utilitario, refleja antes de nada, su visión
mágico-religiosa del mundo. Sus obras de arte están representadas por una vasta
gama de objetos de uso personal y doméstico, y, en particular, por un rico
repertorio ceremonial. La variedad y cantidad de estos objetos, trabajosamente
elaborados (recordemos que no disponían de instrumentos metálicos) en los más
diversos materiales obtenibles en su ambiente o derivados de su comercio,
constituyen la muestra más fehaciente de su innata inclinación artística.
Las formas
abstractas, naturalistas o estilizadas de estos objetos eran tradicionales y
estereotipadas, por lo cual podemos distinguir verdaderas series de objetos
similares en las diversas islas habitadas por los taínos o en aquellas a las
que llegaba su comercio. Esta producción representa una arte conceptual al
servicio de la sociedad taína a la vez que refleja una fuerte voluntad
artística y una decidida intención mágico-religiosa. En algunas ocasiones los
taínos se veían obligados a alterar las formas convencionales para adaptarlas
al material o campo decorativo disponible, lo que hacían verdadera habilidad y
sentido estético.
El arte taíno
logra sus más bellas expresiones plásticas en el medio escultórico. Con el
propósito de lograr su objetivo artístico, los taínos utilizaron las duras
piedras como el granito, la diorita, el basalto y otras más fáciles de tallar
como el mármol y la serpentina. En muchos casos el color de la piedra, las
vetas de la misma y el pulimento que lograba darle facilitaba y enriquecía la
obra artística.
También se
hacía uso de las bellas y duras maderas de los bosques tropícales como el
guayacán (Guaiacumofficinale),
la caoba (Swieteniamahagoni)
y otras. Los huesos del manatí, el mamífero de mayor tamaño en la fauna
antillana, le proveyó de material para algunos de los más bellos artefactos de
uso ceremonial así como para tallar idolillos. El hueso humano, en particular
el fémur y el cráneo también le ofrecían la oportunidad de grabar
representaciones antropomorfas de carácter mágico-religioso y adornos
ceremoniales.
Entre los objetos
más destacados del arte taíno están los destinados al culto de los cemíes, como
los ídolos tallados en piedra y madera, los artefactos rituales de la cohoba,
junto a ciertos instrumentos musicales como las maracas monóxilas (de una sola
pieza de madera).
En lo
relativo a la indumentaria y adornos de uso corporal los taínos confeccionaron
objetos de gran belleza, sobresaliendo los amuletos y collares de piedra,
caracoles y colmillos, las guaizas o carátulas de concha sostenidas en
los cinturones trenzados de algodón, y losguaníes o discos de oro que usaban los
caciques.
Duho (Dujo)
Asiento ceremonial en guayacán
Asiento ceremonial en guayacán
Dentro del
mobiliario taíno resaltan los duhos o banquillos ceremoniales que se
consideran, junto a los imponentes cemís de la cohoba, unas de las
realizaciones más representativas del arte primitivo universal.
Por su parte,
los elaborados aros monolíticos (de una piedra) y las piedras acodadas,
empleados posiblemente en el juego de la pelota, así como los vasos efigies
cerámicos, de notable interés iconográfico, son igualmente valiosos exponentes
de la pericia artística alcanzada por estos aborígenes en el logro de sus
ejecuciones en piedra, concha, barro, hueso y sobre todo en la dura madera del
guayacán (Guaiacumofficinale)
y la caoba (Swieteniamahagoni).
Incluso sus
vasijas, manos de morteros, pintaderas de barro, hachas líticas y otros
utensilios de uso cotidiano pueden ser apreciados como verdaderas creciones
artísticas por su esmerada terminación y bellos rasgos decorativos de carácter
esotérico.
Los morteros
y majadores líticos de la cultura taína generalmente tienen esculpidos
elementos figurativos que pueden tener forma humana o de animales, que junto a
otras decoraciones en bajo relieve, le imprime a estos artefactos utilitarios
un carácter propiamente ceremonial, por lo cual, los arqueólogos consideran que
estas piezas talladas con gran esmero tendrían un sentido o función ritual y se
emplearían en la pulverización de las plantas embriagantes inhaladas por los
indios en la ceremonia de la cohoba con lo cual creían comunicarse con sus
dioses o cemíes.
El tabaco
El tabaco
ocupó un sitial muy importante en la sociedad taína, asociándolo a sus
ceremonias rituales y a sus prácticas mágico-curativas. Al parecer, por sus
propiedades embriagantes y aromáticas, el tabaco en forma de rapé fue uno de
los componentes de los polvos alucinógenos inhalados en las cohobas.
Los indígenas
usaron igualmente el tabaco por placer y para mitigar el cansancio del cuerpo
en las largas caminatas que frecuentemente hacían.Para ello, en las
proximidades de sus casas, cultivaron con esmero las plantas de tabaco (Nicotianatabacum)
cuyas hojas secaban para hacer unos rolletes alargados que los indios fumaban
constantemente.
El areíto
Una ceremonia
ritual de suma importancia para el taíno lo constituía el areito, que era una expresión
musical de cantos y danzas, complementada con recitaciones de hechos y hazañas
ocurridas en tiempos antepasados. El areito se considera el signo más avanzado
dentro de todas las expresiones culturales del pueblo taíno. Por lo regular lo
practicaban en plazas ceremoniales que los españoles llamaron "corrales"
y era dirigido por una persona principal. (Vea Centro Ceremonial Indigena de Tibes,
Ponce, Puerto Rico.)
El areito
servía para expresar la unidad tribal y educar a los jóvenes y niños en las
tradiciones familiares y de la sociedad. Tenían significados muy variados, por
lo cual un areito podía ser amoroso, doliente, de guerra, plañidero y de
carácter místicoreligioso. En otras palabras, los areitos solemnizaban ritos,
aniversarios, celebraciones de bodas, ascensión de caciques, las cosechas y las
victorias guerreras. Cantos bailados y fraseados coralmente iban acompañados
por instrumentos musicales fabricados de madera fuerte y hueca.
Como
instrumentos musicales utilizaban maracas de madera o de higüero (Crecentiacujete),
el mayohabao o tambor confeccionado de un tronco
ahuecado que colocado en el suelo se golpeaba con un mazo, además de fotutos o
trompetas de caracol, ocarinas de barro y flautas de caña o hueso.
A estos
cantos y bailes acudían los hombres y mujeres, pintándose el cuerpo con tintes
rojos, blancos y negros, adornándose, también, con sartas de caracoles y
semillas que hacían las veces de sonajas, cuya sonoridad ayudaba a mantener el
ritmo a los danzantes. Al mismo tiempo tomaban ciertos brebajes embriagantes.
Prácticas funerarias
En lo
relativo a la muerte, no existía una unidad ritual, por lo cual las ceremonias
funerarias respondían a diferentes formas. Lo único que unificaba los ritos y
ceremonias de enterramiento era la creencia en un mundo supraterrenal o de
ultratumba, por lo que los muertos eran enterrados con sus pertenencias esenciales
para que en el más allá reconciliaran la vida personal con la vida material.
Si quien
moría era un cacique se acostumbraba, en algunas regiones, a enterrar viva,
junto a él, a su esposa preferida, denominándose a la mujer que padecía tal
sacrificio AthebeaneNequen.
El cronista
Gonzalo Fernández de Oviedo narra que, después de muerto, al cacique lo fijaban
con unas vendas de algodón tejidas, le ponían sus joyas preferidas y lo
sepultaban sentado en un duho dentro de una bóveda de palos y sus indias e indios
recitaban en los areitos las obras más sobresalientes de su vida.
AMERICA LATINA UN MOSAICO CULTURAL:
ESPAÑA:
La situación interna que
vivía España en la segunda mitad del siglo XV, la estaba dejando al margen de
la búsqueda de nuevas rutas comerciales hacía el Oriente. A principios de 1492
se produce la expulsión definitiva de los moros y también se dictaba el decreto
de la expulsión de los judíos, con lo que se obtenía la unidad religiosa.
Ese mismo año, un genovés
llamado Cristóbal Colón, propone a los reyes de España llegar a las costas
orientales viajando hacia el occidente. Colón parte finalmente el 3 de agosto
de 1492 hacia el lejano Oriente con tres embarcaciones.
Colón sin darse cuenta
descubre un nuevo continente que después de repetidos viajes se reconoce como
América. Conquista española se convirtió en empresa privada.En las
capitulaciones el rey daba titulo de adelantado a jefes de expediciones
descubridoras o conquistadores. El adelantado era a su vez gobernador, capitán
general y alguacil mayor de la región a su cargo.
España vivía una situación
muy difícil en el aspecto financiero en el siglo XV y comienzos del XVI por
gastos en la prolongada guerra en la península.Después de la etapa de conquista
militar comenzó un proceso de colonización, lo que explica el rápido mestizaje
entre las mujeres indígenas y los conquistadores. La búsqueda de oro y metales
preciosos, así como la necesidad de mano de obra indígena, motivaron la
penetración de las huestes españolas al interior del continente.
Se produjo una reducción
de la población indígena por el fuerte sometimiento de estos a los sistemas de
encomiendas y la mita y por las enfermedades traídas por los conquistadores,
por lo cual se produjo la incorporación de alta mano de obra de esclavos
negros.Después de superar los problemas económicos vividos en España se
centralizó el poder en instituciones estatales en el ámbito de la vida de sus
colonias.
La casa de contratación
supervisaba el monopolio comercial; se crearon organismos como el consejo de
indias, los virreinatos, las gobernaciones, audiencias y capitanías generales,
todo esto acompañado por la misión evangelizadora. Que era uno de los objetivos
impuestos por el Papa y que debía cumplirse a cabalidad. En un primer momento
los jesuitas fueron los encargados de divulgar la cultura y la religión, pero
después de las reformas borbónicas fueron expulsados.
El mundo es un mosaico de culturas compatibles y opuestas que se mezclan
entre sí de tal manera, que resulta imposible encontrar Estados culturalmente
homogéneos. La modernidad, período de racionalización de las ideas, dictó estándares y
parámetros para todas las construcciones humanas. En el caso del Estado, quedó
establecida como gran premisa la homogeneidad de la nación, proyectándose como una
nueva colectividad sociológica con elementos unificadores como la lengua, la historia
compartida, incluso la raza y la religión entre otros. A partir de entonces, se vivió el
paradigma del Estado nacional que afirma: a cada nación le corresponde un Estado y a
cada Estado una nación.
El fin de la Guerra Fría y de la dicotomía ideológica, develó un intenso auge de
nacionalismos y el desgaste del modelo estatal en todo el mundo. Quedó demostrado
que la identidad es uno de los elementos más importantes de las colectividad sociales.
Lo general es que haya más de una y no necesariamente tiene que identificarse con la
estatal, la cual es construida y promovida por un grupo. Uno de los problemas más
graves que puede enfrentar es el surgimiento de conflictos étnicos. Éstos, tienen la
capacidad de frenar la consolidación democrática.
El fin del mito de la “necesaria” homogeneidad cultural dio paso a un nuevo
paradigma: el del Estado multicultural, donde se reconocen los derechos de los grupos
que lo conforman. Aunque todavía falta mucho por debatir sobre las implicaciones en la
nacional.
Los movimientos indígenas y étnicos originarios de los años 70, lograron
posicionar la diversidad cultural en el debate internacional en la década de los 90. Poco
a poco, el tema pasó a foros internacionales donde se han redactado declaraciones sobre
los derechos de grupo (Declaración sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes a
Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas y Declaración Americana
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas).
El multiculturalismo es una corriente de pensamiento que reivindica la
importancia de la cultura, y rompe con el mito de la necesaria homogeneidad. Cada caso
es distinto, pero en ninguno se concibe la heterogeneidad como una cualidad negativa.
El multiculturalismo puede ser visto como: un proyecto político de Estado o como
composición social. Entre sus teóricos hay diversas posturas, quienes entienden la
multiculturalidad como un valor en sí mismo y quienes la ven como proyecto. Desde el
enfoque liberal, se ve al multiculturalista como aislacionista y como promotor de la
supremacía cultural, cualquiera que esta sea. Sin embargo, no todo multiculturalista la
sobrevalora, y mucho menos del modo que proponen los liberales.
La cuestión de los derechos ha generado gran polémica en el debate
multicultural. El paradigma del Estado-Nación hizo gran énfasis en que los derechos no
podían ser sino individuales, por ser el sujeto artífice del Estado. La comunidad es un
concepto abstracto, que no forma parte del modelo anterior, ya que al establecer la
igualdad y libertad en derechos universales e individuales, se eliminaba toda posibilidad
de que existieran minorías de cualquier tipo. La diversidad cultural ni siquiera se
consideraba. Tanto las minorías étnicas como los pueblos indígenas, exigen el
reconocimiento de sus derechos colectivos. Los universalistas argumentan que de ser
universales. Se crearían dos tipos de ciudadano, cada uno con distintos derechos. Sin
embargo desde la perspectiva multicultural, los derechos colectivos se entienden como
complementarios a los individuales. Proporcionan a los miembros de las minorías
nacionales o étnicas, la posibilidad de poder desarrollarse plenamente de acuerdo a su
cultura. Tal es el caso de la lengua. La lengua y la cultura son complementarias, el
desarrollo y expresión de una favorece a la otra.
El multiculturalismo como proyecto de Estado reconoce y acepta la diversidad
cultural. El Estado proporciona el marco dentro del cual todos sus grupos pueden
desarrollarse: el techo común1. La suposición de un techo común, conformado por
instituciones políticas, deja lugar para las disidencias: ¿hasta dónde debe llegar el
respeto por la cultura del otro? ¿Qué tan extenso debe ser el techo común? ¿Qué
aspectos abarca el techo común? ¿Quién lo establece?
Paralelo al despertar de las identidades étnicas e indígenas, se vive un proceso de
democratización a escala mundial; por lo tanto es un buen momento para preguntarnos
si el modelo multicultural es compatible con la democracia. ¿A qué grado la tolerancia
por la cultural del otro supone equilibrio en un Estado multicultural democrático? ¿El
reconocimiento de los derechos colectivos es dañino para la democracia? ¿Por qué debe
integrarse el reconocimiento multicultural a la transición y consolidación democrática?
¿Es un complemento? ¿O es una esfera en la que la democracia debería tener injerencia?
La democracia representativa al estilo liberal parece ser el modelo a seguir en todo el
mundo; sin embargo, existen alternativas como la deliberación que pueden articularse
para resolver problemas de representación.
México es un Estado multicultural que se encuentra en transición a la
democracia. El debate actual se centra en el fortalecimiento a las instituciones sobre
todo electorales. Los pueblos indígenas forman parte de la multiculturalidad mexicana,
y exigen el reconocimiento de sus derechos como grupos diferenciados. Se ha alcanzado
la democracia electoral, sin embargo, la cuestión multicultural quedó fuera de la agenda
federal. La Conquista y Colonia, trajeron consigo la asignación de un estatus de
inferioridad a los indígenas. La construcción del Estado moderno que inició en el siglo
XIX, fue el primer catalizador de las políticas que pretendían desaparecer las
identidades indígenas. La posrevolución marcó la diferencia. Entre los indigenistas,
quienes proponían la integración protegiendo las lenguas vernáculas, y otros más que
preferían la sola integración. Los años sucesivos fueron marcados por el indigenismo
integrista. En la década de los 70, coincidiendo como el inicio de los levantamientos
étnicos en distintas partes del mundo como Australia, México vive el inicio del
movimiento indígena actual.
El levantamiento zapatista llevó el tema de la multiculturalidad en primera plana
de la agenda federal y la discusión pública. Sin embargo, a partir de las reformas a la
Constitución del 2001 el tema parece haber desaparecido, como si ya estuviera todo
resuelto y lo que faltara por resolver fueran problemas netamente económicos. Aunque
pretenden solucionar el problema indígena, las reformas anteriores fueron elaboradas
desde una perspectiva de Estado-Nación. De acuerdo a ese punto de vista, los derechos
de grupo no son necesarios, y la petición puede ser vista como concesión y no como
reconocimiento.
El tema del multiculturalismo requiere la revisión de diversos conceptos como la
diferencia entre nación y pueblo; la construcción del Estado-Nación; el debate sobre los
derechos individuales y de grupo; la ciudadanía; las autonomías entre otros. Junto con el
preguntarse ¿cómo se pueden conjugar el proyecto multicultural con el proyecto
democrático? ¿Qué es la democracia? ¿Existen variantes? ¿Qué posición adoptar? ¿Por
qué los movimientos de izquierda apelan tanto al ideal democrático?
México es un caso concreto donde coinciden la democratización y el despertar
indígena. Es cierto que durante los últimos años el tema multicultural ha dejado la
agenda federal, pero eso no quiere decir que el problema haya sido resuelto.
Como guía de la investigación, se utilizará la siguiente hipótesis: El tema de la
multiculturalidad se integró a la agenda federal de manera parcial a partir del
levantamiento zapatista de 1994, coincidiendo con el inicio de la democratización en
México. Sin embargo, el tema sigue teniendo poca relevancia para el gobierno federal,
incluso en el contexto de la transición a la democracia.
La presente tesis se divide en tres capítulos, dos teóricos y uno acerca del caso
mexicano. El primer capítulo es una revisión teórica de la trancisión del paradigma del
Estado-Nación al Estado multicultural. Se presentan los conceptos de etnia, pueblo y
nación, así como los tipos de Estado multicultural. Finalmente se retoma la discusión
sobre las contradicciones y/o compatibilidades entre derechos individuales y derechos
de grupo.
El segundo capítulo inicia con una breve revisión a la teoría de la democracia.
Posteriormente, con el apoyo de diversos autores, se presenta el vínculo que existe
entre el Estado multicultural y la consolidación de la democracia. Finalmente se
plantean las instituciones que actúan como techo común, o de elementos unificadores
en un Estado de este tipo.
El tercer y último capítulo aborda el caso mexicano. Iniciando con lo que ha sido
la histórica relación entre pueblos indígenas y Estado. Se examinan las políticas
despertar étnico, vivimos la era de la democracia. En tal contexto, vale la pena
preguntarse ¿cómo se pueden conjugar el proyecto multicultural con el proyecto
democrático? ¿Qué es la democracia? ¿Existen variantes? ¿Qué posición adoptar? ¿Por
qué los movimientos de izquierda apelan tanto al ideal democrático?
México es un caso concreto donde coinciden la democratización y el despertar
indígena. Es cierto que durante los últimos años el tema multicultural ha dejado la
agenda federal, pero eso no quiere decir que el problema haya sido resuelto.
Como guía de la investigación, se utilizará la siguiente hipótesis: El tema de la
multiculturalidad se integró a la agenda federal de manera parcial a partir del
levantamiento zapatista de 1994, coincidiendo con el inicio de la democratización en
México. Sin embargo, el tema sigue teniendo poca relevancia para el gobierno federal,
incluso en el contexto de la transición a la democracia.
La presente tesis se divide en tres capítulos, dos teóricos y uno acerca del caso
mexicano. El primer capítulo es una revisión teórica de la trancisión del paradigma del
Estado-Nación al Estado multicultural. Se presentan los conceptos de etnia, pueblo y
nación, así como los tipos de Estado multicultural. Finalmente se retoma la discusión
sobre las contradicciones y/o compatibilidades entre derechos individuales y derechos
de grupo.
El segundo capítulo inicia con una breve revisión a la teoría de la democracia.
Posteriormente, con el apoyo de diversos autores, se presenta el vínculo que existe
entre el Estado multicultural y la consolidación de la democracia. Finalmente se
plantean las instituciones que actúan como techo común, o de elementos unificadores
en un Estado de este tipo.
El tercer y último capítulo aborda el caso mexicano. Iniciando con lo que ha sido
la histórica relación entre pueblos indígenas y Estado. Se examinan las políticas
indigenistas del siglo XX. Posteriormente se expondrá el movimiento neo indígena que
representa el zapatismo. A manera de contraste se hablará sobre el caso de Oaxaca, ya
que en esta entidad federativa existe una ley indígena que otorga cierto grado de
autonomía a los municipios indígenas, donde entre otras cosas, les permiten elegir a sus
gobernantes por medio de usos y costumbres. La comparación resulta interesante debido
a que el gobierno federal ha negado la institución de autonomías regionales para las
poblaciones indígenas y por otro lado, ha delegado la responsabilidad de la ley indígena
a las entidades federativas a partir de las reformas del año 2001.
Conclusión
Se ha llegado a la
conclusión que los taínos desarrollaron una cultura basada fundamentalmente en
la producción agrícola que les permitió incrementar una apreciable actividad
artesanal de objetos utilitarios, tales como vasijas y otros recipientes de
barro y de madera, hachas de piedra bien pulimentadas, objetos de cestería de
fibras vegetales y tejidos de algodón que eran decorados con tintes extraídos
de la jagua (Genipa americana) y de la bija (Bixaorellana), con los cuales,
también se pintaban sus cuerpos en ocasiones especiales.
Además, los taínos
fueron excelentes escultores que confeccionaron artefactos ceremoniales de gran
expresión artística como los duhos o asientos ceremoniales, los ídolos o
cemíes, los instrumentos para el ritual de la cohoba y los aros monolíticos.
Aunque algo bajos de
estatura, los indios taínos eran de cuerpos bien formados y piel color cobriza.
Fueron gentes lampiñas, de cara ancha, con pómulos muy pronunciados, labios un
poco gruesos y de muy buena dentadura
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