miércoles, 22 de julio de 2015

EL HOMBRE DOMINICANO SIN ATRIBUTOS

La construcción poética de Francisco Quevedo que aparece como epígrafe del artículo: el hombre dominicano sin atributos. Más allá del hombre mediocre “light” y “marginal” ofrece claramente una idea del contenido y el alcance del mismo.
El autor para referirse al hombre sin atributos, antes de abordar las tipologías que encarna dicho concepto, se auxilia de la filosofía para significar el autentico hombre, la cita que mostrare es ilustratoria de tal afirmación: “En la filosofía, la ética implica el hombre autentico, nos invita asumir un proyecto de autenticidad en cada millonésima de segundo de nuestra vida, que a la vez nos sitúan con los proyectos de los demás en la sociedad”. Nos coloca en valores, en posición de pensar en nuestra vida y de los otros, ya que somos sujetos, sociedad y de manera específica no solo somos realidad biológica sino también realidad moral”.
Para referirse al dominicano sin atributos o lo que es lo mismo el ser no autentico, elige al filosofo José ingeniero con su obra el hombre mediocre, quien en la primera década del siglo XX pudo definir y encontrar las evidencias que vinieron a justificar las argumentaciones de dicho sujetos. La cita que aparece en el documento es aclaratoria de dicha aseveración: “quien sitúa al mediocre como un ser sin personalidad, in autentico, sin proyecto de vida y se deja amoldar, domesticar por el poder social”.
Para referirse al hombre sin atributos utiliza una nueva tipología el hombre marginal, quien a principios del siglo XX el intelectual Robert Ezra Park, lo define: “Es un hibrido que vive en los márgenes de dos culturas y de dos sociedades que no están del todo fundadas ni penetradas entre si”.
El autor del artículo en sus explicaciones expresa que ambas tipologías no deben confundirse con el excluido del mundo social y económico, como tampoco el que vive en la marginalidad de la cultura y la cibercultura como tampoco como el hombre light.
En relación a la ultima tipología que aparece en el comentario, el autor selecciona la cita de Enríquez Rojas, lo cual dice: “Es un sujeto superficial que conoce el mundo, que busca la utilidad práctica, que se deja manipular, se concentran en el bienestar como proyecto de vida, al margen de los valores que se encuentran más allá de lo que es útil y ligero”.
Después de agotar las diferentes tipologías en el plano de la explicación de lo que es el hombre dominicano sin atributos, el autor haciendo uso de la metáfora vincular las características del hombre sin atributos a nuestra cultura lengua-sociedad, presentando a sujetos político o a un funcionario de la justicia, llamado Juez, “Que defiende la impunidad, vive de la corrupción es un espécimen raro, sin valor, sin ética profesional y sentido de la historia. Vaciado de significado, se convierte en espectro aterrador y autoritario. Desprecia el trabajo, la productividad, se burla del sistema de producción, del trabajo social y la familia”.
De lo expuesto hasta ahora, puedo concluir sugiriendo que el caso de Bautista que aparece en el documento, el hombre sin atributo” se puede tomar como ejemplo, para comprender las inquietudes del autor de dicho artículo.
Ahora bien como Bautista, la República Dominicana posee un número muy significativo de hombres sin atributos.

Al parece el hombre sin atributos en R.D está de moda porque le hace falta un baño de ética.                        

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